miércoles, 15 de julio de 2009

San Petersburgo y el Neva...


...dejo a mi misterioso General Ruso con esta vista desde el Palacio de Invierno del río Neva y sus dos "Columnas Rostradas", que él debió ver tantas veces en su vida...
...estas columnas rostradas son los dos faros de la entrada en el puerto antiguo de la ciudad...tienen el fuste dorado con proas de barcos y en la cima una copa gigantes, donde se vertían maderas y aceite para iluminar la entrada en el puerto de los barcos...

4 comentarios:

  1. Que linda imagen.

    Sabes?, me sorprende entender que todos necesitamos de la ayuda de alguien o algo. Un ejemplo esta Precisamente los barcos, que se guian por la luz de esos faros, y a pesar de ser unos "mounstros" acuaticos ¿Que seria si estan Desorientados?

    Me alegra saber que estes Bien.
    sabes, el miedo es algo que todos tenemos
    y te confieso, yo tambien tengo miedos... muchos!! y creo que el poder de la mente es capaz de crear horrores o al mismo tiempo Disiparlos. Y con ayuda de personas encantadoras como tu, mis miedos se hacen menos.

    Un enorme Abrazo :)

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  2. Bonitos faros gemelos, estos de S. Petersburgo. Faros famosos ha habido muchos en la realidad y en la imaginación de los hombres: el de Alejandría; la Torre de Hércules en la Coruña; el de los venecianos en Chipre, que guiaba a Otelo cuando llevaba en la cámara a Desdémona, su trágico amor; o las hogueras de Breth O´Coalme, que cantaban los celtas y que sólo podían ver los reyes o los santos.

    Para mí, el primer faro que conocí, en realidad el único, fue el faro de Higuer, al que subíamos en bicicleta, y a cuyos pies nos báñabos y pescábamos quisquillas entre las rocas. Luego merendábamos sardinas asadas en el merendero de al lado. Eran los veraneos vascos de mi infancia, pavorosamente perdida... Al atardecer veíamos a un hombre serio, subido en la torre, que encendía, como todos los días, las luces que guiaban a los pescadores que volvían a casa, en la bahía de Txingudi, tras su jornada de pesca.

    Hace muchos años de eso, pero aquella figura me vuelve cada vez que releo el poema "soliloquio del farero" de Cernuda, como si fuera ayer, y me invade cierta nostalgia de esa soledad que canta el poeta, soledad sufrida y hoy felizmente olvidada, pues ha tiempo que tengo un faro que me ilumina y me acompaña.

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  3. ¡ QUE BIEN ! TODOS LOS DIAS UN NUEVO RELATO...MAS SITIOS QUE VER Y CONOCER ...QUE MARAVILLA DE VIAJE...

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  4. ¡Vaya foto! Debe ser un lugar impresionante. Gracias por compartirlo con nosotros, un fuerte abrazo!

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