miércoles, 29 de julio de 2009

sólo azul...





...desayunos con olor marino...

noches menorquinas...un placer









...de nuevo se respira amor a la cocina, amistad (que gran fortuna), el viento del norte por fin refresca nuestra piel, después de un día caluroso como pocos...pero viento, risas, amigos y la maestría de Lola cocinando, logran un noche de verano maravillosa...

martes, 28 de julio de 2009

Menorca...una playa? ir a PREGONDA...













...me contaron que la playa de Pregonda es una de las mas hermosas del mar Mediterráneo...y después de tener la fortuna de haber sido invitada a visitarla, he de decir que nunca había estado en una playa tan bella...
Pregonda tiene tierra roja ocre en sus alrededores, unas aguas turquesas con cientos de matices, sus rocas esculpen dos manos en gesto de oración saliendo del mar, su arena contiene pequeñísimas caracolas turquesas, nadando un poco ves a los peces manta bajo tu cuerpo en armonía contigo mientras nadas...el sonido del mar te envuelve, el agua apacigua dolencias...me he enamorado de esa playa, quizás la mas hermosa del mar Mediterráneo...

lunes, 27 de julio de 2009

...CARMEN GALOFRÉ y su corazón...











...CARMEN GALOFRÉ ( http://www.carmengalofre.com/) es amiga mía desde " hace mil años que estoy aquí"....así es el titulo de un libro que me fascina de Mariolina Venezia, Ed. Gadir, traducido por mi amiga Elena Martinez....
...como explicar que Carmen tiene unos ojos azules que me bañaron el alma de mar limpio, azul turquesa mediterráneo...creo que era la noche del 21 de julio, acaba de llegar a casa de Lola en Menorca, donde me cuida, me hace sentir que todo es nada, que vivir es inmenso...como el año anterior lo hizo Teresa...
...yo había visto una marina suya en Menorca en casa de Lola un año atrás, y sus tonos azules líquidos y limpios estaban en aquellos ojos...
...este inesperado instante me produjo un sentimiento de felicidad que a veces me sucede, aunque he de reconocer que en estos últimos años más que en el resto de toda mi vida...
...Carmen pinta VIDA con el trazo de los "elegidos", artista de sentimiento, de pinceles, colores insospechados, dulces, fuertes, vitales, soñadores, voladores, de corazón desabrochado...
...os dejo con Carmen...

sábado, 25 de julio de 2009



... fotografíe el día 20 de julio de 2009 estos cielos desde la ventana de mi habitación... hacia mi maleta para venir al mar de Menorca...
...desde que vivo a las fueras de Madrid, he descubierto los " Cielos de Madrid"...
...cuando vivía en el centro de la ciudad no los veía, mi mirada estaba en las calles, en las plazas, en las aceras...siempre en la linea de mis ojos, pero ahora esos cielos se meten por las ventanas de mi casa, por las ventanillas de mi coche, por mi mirada paseando o sentada en un banco...
...siempre diferentes, cambiando a cada segundo luces, formas, intensidad de color, colores insospechados...
...pienso en los pintores que conocen los colores a la perfección, que los intuyen que les dan pulso, vida...
...pienso en mis amigas pintoras Paloma Pelaéz y Carmen Galofré, ambas sensibles, alegre, mágicas, brillantes...
...Carmen ayer día 24 inauguró exposición en Menorca ... fue una noche para no olvidar...
...

domingo, 19 de julio de 2009

Huevos de Fabergé...más que joyas para el zares de Rusia...









































Un huevo de Fabergé es una de las sesenta y nueve joyas creadas por Peter Carl Fabergé y sus artesanos de la empresa Fabergé para los zares de Rusia, así como para algunos miembros de la nobleza y la burguesía industrial y financiera, entre los años 1885 y 1917. Los huevos se consideran obras maestras del arte de la joyería.

La Fiesta más importante del calendario de la iglesia ortodoxa rusa es la Pascua. Se celebra con tres besos y el intercambio de huevos de Pascua.
Por lo que respecta a los huevos imperiales de Fabergé, estos comenzaron a fabricarse en 1885 cuando el zar Alejandro III encarga un huevo de Pascua para su esposa, la emperatriz María Fyodorevna.

El huevo recordaba a la patria de la emperatriz, Dinamarca, ya que el joyero se había inspirado en un huevo de pascua que se encontraba en las colecciones reales danesas y tanto agradó a la zarina que el zar ordenó que Peter Carl Gustavovich Fabergé fabricara un huevo de Pascua cada año para la zarina, estipulando solamente que el huevo fuese único y que encerrase una sorpresa.

También en 1885 Fabergé fue nombrado proveedor oficial de la corte imperial rusa.

El joyero y su equipo de orfebres y artesanos, entre ellos maestros joyeros como el ruso Michael Perkhin y los finlandeses Henrik Wigström y Erik August Kollin, diseñaron y confeccionaron huevos de Pascua durante once años más para Alejandro III de Rusia hasta que este falleció, continuando su hijo y sucesor Nicolás II con la tradición.

Estos proyectos se convirtieron en prioridad absoluta de la compañía y fueron planeados y trabajados con un año o más de antelación: la sorpresa que contenía el huevo se mantenía siempre en secreto.

Para el diseño de los huevos imperiales Fabergé se inspiró en distintos estilos artísticos europeos; como el Barroco, el Rococó, el Neoclásico o el Modernista, así como en obras de arte que contempló durante sus estancias y viajes por Europa.
Había huevos creados para conmemorar acontecimientos tales como la coronación del zar Nicolás II, la terminación del ferrocarril Transiberiano, así como para celebrar aniversarios importantes. Otros huevos guardaban en su interior el yate imperial Standart, la catedral de Uspensky, el palacio de Gátchina o el palacio Alejandro, por citar unos ejemplos.

De los 69 huevos que hizo en total la Casa Fabergé para los zares, la aristocracia y la élite industrial y financiera, se conservan 61.

Se conocen cincuenta y dos huevos imperiales, cuarenta y cuatro de los cuales se han localizado hoy, entre ellos los dos últimos de 1917 que nunca fueron entregados ni terminados a causa de la Revolución Rusa, destacando el Huevo de la constelación del Zarevich.

Los restantes 8 huevos imperiales se consideran perdidos o despaparecidos; dos se conocen solamente por haber sido fotografiados en primer plano, otros tres se han descubierto en 2007, dos de ellos en una foto tomada a una vitrina de la zarina Maria Fyodorevna, donde aparece el tercer huevo imperial y el huevo con querubín y carruaje, este último quedó reflejado en el cristal de la misma, en cuanto al huevo del neceser figura en una fotografía de la joyería Wartski, Londres, en la parte inferior de una vitrina.

No se tiene ningún documento visual de los otros tres.

Otros siete huevos de Pascua fueron encargados por Alejandro Ferdinandovich Kelch, dueño de minas de oro en Siberia, para su esposa Bárbara. Asimismo personajes de la época como Alfred Nobel, Príncipes Yussupov, Duques de Marlborough entre otros de categoria no imperial que suman un total de ocho huevos.

Sin embargo, la colección imperial de huevos de Pascua encargada por los dos últimos zares rusos es la más famosa.