viernes, 17 de abril de 2009

Cerezas para todos los días








Un placer es tener un cerezo propio...todo lo que te ofrece, a cambio de unos cuidados, son flores en marzo, frutos en mayo-junio...en ese momento hay que ir a por nuestra vieja escalera de madera, y subir con la mirada alta...lo ojos brillan ante la emoción del momento, el brazo lleva a la mano hacia un ramillete de cerezas, se dejan en el cesto ...pero segundos después, no puedes evitar meter en tu boca una de ellas...y lo que sucede en tu paladar no sé contarlo...

1 comentario:

  1. me las quiero comer todas...mi sensación con las cerezas, ha sido contagiada por mi marido. Nos reservaron un árbol repleto de cerezas en Provenza para que nosotros mismos las cogieramos. que placer tener el rojo entre mis manos, que placer tener el olor en mis manos, que placer poder comerlas directamente del árbol...

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